La infanta también le echa la culpa a la Casa del Rey: «Yo lo consultaba todo con García Revenga»

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La infanta Cristina, declarando en el caso Urdangarin.

Después de las preguntas de la acusación particular respondidas en silencio por la infanta Cristina, han llegado los «no hay preguntas, señoría» de todas las demás partes en el proceso. Sólo Pablo López Molins, abogado de la infanta, ha querido interrogarla. Y sólo a él ha respondido la hermana del Rey Felipe.

Ante las preguntas de su letrado defensor, la infanta Cristina ha redundado en la estrategia de su marido y del ex socio de éste: la Casa real sabía todo… «Yo lo consultaba todo con García Revenga», el secretario de las infantas que les asignó Zarzuela desde 1993. «Yo no tenía ninguna prohibición de la Casa Real para estas actividades y cuando mi marido me propuso participar al 50% en Aizoon, claro que me asesoré».

Es más, minutos después, en su declaración, la infanta ha vuelto a hacer referencia a la Casa Real, recordando que su declaración de la renta no la hacía ella, sino «el asesor fiscal de la Casa del rey, Federico Rubio». Así que tanto la asesoría societaria como las cuentas privadas de doña Cristina de Borbón eran controladas por Zarzuela, al menos según su declaración como acusada ante el tribunal que la juzga.

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Los abogados de la infanta Cristina, Pablo López Molins y Miquel Roca.

Previamente, su abogado, lo primero que había hecho fue dejar claro que la infanta no sabe nada de dineros. Así, a sus preguntas, Cristina de Borbón ha asegurado: «Yo no llevo cuestiones fiscales ni en mi trabajo en la fundación la Caixa». Y luego, López Molins ha pedido detalles de la división de funciones en la familia Urdangarin-Borbón: «Teníamos divididas las tareas del hogar, y yo llevaba la agenda porque teníamos obligaciones institucionales».

El abogado le ha pedido a la infanta que cuente su día a día: «desayunábamos en familia y llevaba a los niños al colegio, luego me dedicaba a mis labores institucionales o laborales. Y recogía a los niños, si estábamos en Barcelona, y volvíamos a casa»

«Mi marido tomaba todas las decisiones en la mercantil Aizoon, siempre asesorado por su asesor fiscal», ha aclarado doña Cristina, señalando a Miguel Tejeiro, quien ha llegado a un acuerdo con la Fiscalía Anticorrupción y ya no consta como acusado, sino como testigo de la causa. «Aizoon se creó para canalizar las labores profesionales de mi marido», ha desviado la infanta, dueña de la mitad de esa sociedad, a la que alquiló su propia casa.

«Entonces, ¿para qué necesitaba su marido que usted fuera el dueño del 50% de esa sociedad?, ha preguntado López Molins. «Por confianza, así me lo pidió y yo lo acepté». es en ese momento en el que doña Cristina ha señalado a García revenga: «todo lo consulté con él».

Las preguntas de su abogado han ido directamente a exculpar a doña Cristina. Tanto, que la presidenta del tribunal le ha recriminado que introdujera la información en las preguntas para lograr que la infanta pudiera responder con un simple sí o un no.

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La infanta Cristina negándose a responder a la acusación particular. (EFE)

«Yo no veía quien entraba en el despacho de mi marido, no tenía firma ni poderes». Y ha coincidido con su marido, Iñaki Urdangarin, en que fue un error que firmara como arrendadora y arrendsataria de la casa de Pedralbes, sede social de Aizoon y domicilio familiar de los Urdangarin-Borbón.

«Mi marido ya lo ha explicado», ha dicho la infanta en varias ocasiones. «Yo no recuerdo haber pagado nada con esa tarjeta, él la custodiaba y yo nunca tuve el pin [número secreto]», ha sido la respuesta sobre los presuntos gastos personales pagados con la tarjeta de la sociedad mercantil Aizoon.

«Nosotros teníamos divididas las funciones, y mi marido se dedicaba de los gastos de Aizoon», ha dicho.

López Molins ha continuado preguntando con le objeto de demostrar que doña Cristina no manejaba dinero ni cuentas de ningún tipo. A la pregunta de quién le hacía la declaración del a renta y si era conjunta o separada con su marido, la infanta ha contestado que «Federico Rubio, asesor fiscal de la Casa del Rey, me hacía las declaraciones de la renta y a mi marido, su asesor fiscal».

La infanta ha querido desviar toda culpa, apuntando que de los dineros no se hablaba en casa: «Ni participé en la administración ni en la gestión de esa sociedad, ni hice ningún trabajo para esa sociedad, no hablábamos de los temas de Aizoon en casa, él no me contaba cómo iban las cosas… No me interesaba hablar con él de esas cosas, los niños eran pequeños y estábamos ocupados».

«Ahora sí tengo una cuenta en Suiza, porque resido allí, y está declarada; nunca más he tenido cuentas en otros sitios en paraísos fiscales ni en ningún lado», ha explicado la infanta. Pero curiosamente, aunque ha declarado no saber nada de las cuentas de su marido, ni de las sociedades que con ñel compartía, la infanta ha dicho para terminar su declaración, muy segura: «Mi marido tampoco, nunca».

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